sábado, 14 de mayo de 2016

In dubio, contra las víctimas

El sistema penal español es bastante asquerosito. Parte de la premisa de que el objeto de la pena es la reinserción del delincuente, en lugar de la salvaguardia de las víctimas. Sólo así se explica que las disposiciones penales sean irretroactivas cuando son sancionatorias, pero no cuando puedan beneficiar a los criminales.
Como consecuencia, ante cualquier reforma del Código Penal cabe la posibilidad de que los condenados vean reducidas sus penas, o que incluso sean puestos en libertad aunque se trate de los autores de los crímenes más repugnantes y vituperables. Ocurrió cuando el Tribunal Europeo de Derechos Humanos anuló la llamada Doctrina Parot, y fueron liberados desde terroristas a violadores, pasando por los secuestradores y asesinos de Anabel Segura.
Y puede volver a ocurrir ahora con presos de ETA, ya que los magistrados de la Audiencia Nacional se reunieron ayer para estudiar si aplicaban un atenuante a terroristas sin delitos de sangre.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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